domingo, 19 de febrero de 2012

sleeping abroad

Telas agujereadas. Guest houses acogedoras. Pero me siento lejos. Quiero estar con J. Le echo de menos. Echo de menos su cuerpo. Su alma. Echo de menos a las niñas. También. Pero, ¿qué está pasando? ¿Qué ha cambiado? Y esta noche caminaba por el Sunday market, por calles llenas de personas, de ideas, de diseños, de vidas, y me preguntaba de nuevo de qué vivir, y cómo vivir. Algo pequeño, pero que puedas vivir. Y volvía a poner palabras. Listas. Pero ya no tengo la necesidad de venir aquí. De estar sola. No, ya no me hace falta. Ahora quiero estar en casa. Quiero dormir con el cuerpo de J pegado al mío, abrazándome por detrás, con su mano pegada a mi pecho. A mi corazón. Ay. Las telas agujereadas a veces son redes. Otras, solo velos.

No hay comentarios: