sábado, 30 de enero de 2010

Tacto

Las sábanas de la Paz no son de raso ni de suave algodón. Están desgastadas. Viejas. Pero cubren, tapan, curan. Todo cura. Sobre todo el parar y salir. Y entrar allí. Y compartir la habitación con una familia gitana, romaní como dicen ahora... un pueblo que antes se me hacía desconocido y que ahora, sin embargo, siento tan dentro. 

domingo, 24 de enero de 2010

Desnuda

He llenado la bañera. Hasta arriba. Y me he sumergido. Hasta adentro. Y con un guante de crin me he frotado. Todo el cuerpo. Entero.


He salido, chorreando agua negra.


Con unas tijeras me he cortado el pelo. Con una cuchilla me he rasurado el cuerpo. Con una navaja me he rapado la cabeza. Con una aspiradora me he vaciado por dentro. 


Ya sólo quedaban las cejas. Las cejas y las pestañas. Las pestañas las quería dejar. Pero, ¿las cejas? ¿Para qué? Las he afeitado también.


Me he vuelto a meter en la ducha y, con la presión del agua, he arrancado todos los restos. Y con el guante de crin he seguido frotando, hasta que ya no había nada. Sólo una piel. 


Me he secado y, cubierta con una gasa blanca, he caminado hacia el altar.


Ya está. Ya puedes empezar. Tatúame. Entera. No dejes un sólo hueco. Llénalo todo. 


Y luego, 


luego..., arráncame la piel.

jueves, 21 de enero de 2010

Mutaciones

Where? I don't know


jueves, 14 de enero de 2010

Y.

Hay muchas luces. Y muchas almas, que caminan, que se cruzan, que no miran, que miran, que se tocan, que se rozan, que venden, que compran... Y grandes alturas. Millones de ventanas, diminutas e infinitas, con máquinas de aire acondicionado en el exterior. Millones de carteles luminosos, con diferentes medidas, de diferentes colores, con letras chinas, que señalan tiendas, que marcan posiciones de restaurantes, que anuncian saunas y salas de masajes...



Y muchos taxis de color rojo. Y mucha agua. Y barcos.



Hay muchos olores. Y tantos sonidos.

Hay flechas amarillas que indican la salida a la luz.



Es bonito... Hong Kong es muy bonito. 

Hay una feria de juguetes. Una feria de mentiras. Y muchos stands. Y muchos juguetes. Demasiados. Y ¿qué hacemos? ¿Qué decir? ¿Qué hacer?¿Cómo vivir? ¿De qué vivir?... ¿Prostitución?

Cae la noche. Se encienden las velas. Una margarita. En la CNN, Haití. Pero aquí todo sigue igual. ¿Por qué las personas siguen andando? ¿Por qué el viento sigue soplando? Nada se para. Todo sigue. Y no lo entiendo. Me paro. Pero no me puedo parar. ¿Me puedo parar? No. Muévete. 

No tiene sentido. 

Y me pierdo. 



Hay otra margarita. Y más velas. Y más luces. Y más palabras sin sentido.