jueves, 8 de enero de 2009

Un abrazo

Te conocí en un centro comercial vendiendo en un stand. Me dijiste que era un invento de Israel, qué vosotros también eráis de allí.
Pasaron unos días y de pronto salió en las noticias el bombardeo en Gaza y todo ese horror… con tantas muertes. Y me acordé de ti. Me acordé de que eras de Israel. De que eras muy joven. De que estabas en un país europeo donde en todas las noticias se apoya a Palestina. De que era Nochevieja. De lo solos que os encontraríais.
Y te fui a ver. Te pregunté cómo estabas, cómo estaban vuestras familias en Israel. Al principio dijiste que estabas acostumbrada, que habías nacido en el conflicto. Y que no tenía solución. Qué tu madre te había dicho que no dijerais que eráis de Israel para protegeros y que tú habías dicho que cómo no lo ibas a decir, que cómo ibas a avergonzarte de tus orígenes. Pero que no era verdad lo que ponían en la televisión, ni lo que salía en los periódicos, que faltaban más perspectivas, que faltaban otras visiones o puntos de vista. Nadie había dicho nada de las más de 200 bombas que habían puesto en Israel en los últimos tres meses. España y Europa son demasiado radicales apoyando a Palestina. No hay solución, me dijiste.
Y te contesté: tú eres joven, no puedes decir que no hay solución. Tienes que ser optimista y creer que es posible un cambio, por ti, por los hijos que tengas el día de mañana, por tu vida, por todo. Y me dijiste que no. Qué tu madre nació también en el conflicto y pensaba que cuando tuviera hijos todo sería distinto y, sin embargo, era lo mismo. Tú habías crecido y todo se volvía a repetir, una y otra vez.
Pero no. No, no y no. Ahora existe internet. Ahora todos estamos en todos los sitios. Nos movemos. Nos casamos con personas de otros países, con otros credos y de otro color. Nuestros hijos hablan idiomas diferentes, nacen en otros continentes, con otras costumbres. Estamos todos en movimiento. Y cada vez somos más los que creemos firmemente que un mundo distinto es posible.
¿Conoces Avaaz? te pregunto. Y me respondes que no. Te lo deletreo y te animo a meterte en internet a buscarlo. Es una comunidad de personas que estamos alrededor de todo el mundo, de todas las edades y de todas las nacionalidades, es un movimiento en internet, es un grito de alto el fuego, es un no todo vale. Es querer hacer el mundo mejor. No aceptan dinero de ninguna empresa ni de ningún gobierno. Rápidos y preparados, hacen que muchas personas nos movilicemos y que uniendo nuestras firmas se planteen cambios a los gobiernos, a la ONU, a nivel internacional, en todo tipo de conflictos, para poder tomar decisiones y pasar a la acción, y parar. Y cambiar y vivir.
Pero da igual, me dices tú. Somos distintos. Aquí también está pasando. Cada vez hay más árabes. Ellos tienen muchos hijos, vosotros no y algún día... y no te dejo acabar la frase. ¿Ellos?¿Nosotros? No ¿Quiénes somos los unos y quiénes somos los otros? No. Somos todos humanos. Nos tenemos que respetar. A mi me da igual que reces a un Dios o a otro... o que no reces...
Me brillan los ojos, le brillan los ojos. Me tiembla la voz, le tiembla la voz. Todavía hay esperanza, claro que sí. En un breve silencio nos reconocemos.
¿Cómo te llamas? Nos presentamos… y nos abrazamos. Y en ese abrazo nos desnudamos y dejamos salir todas nuestras dudas y todos nuestros miedos, todas nuestras esperanzas y todas nuestras ilusiones. Porque son las mismas. Porque somos lo mismo. Porque somos uno.

2 comentarios:

Doberka dijo...

Ufff Paloma, me ha encantado leer este texto tuyo repleto de esperanza.

Besikos.

PHAROS dijo...

somos todos iguales porque debe existir diferencias porque debe haber guerras, la diversidad es la perfeccion de todos juntos para formar un mismo bloque
un beso